En la tarde de este domingo se conoció la lamentable noticia que conmueve a la cultura chamamecera.

Este domingo, la música de Santiago del Estero perdió a uno de sus grandes referentes: Pastor Luna, conocido como “El Rey Santiagueño”, falleció a los 75 años tras una descompensación en su querida Añatuya, la tierra que lo vio nacer y crecer como artista.

Originario de una zona rural del departamento Taboada, Luna abrazó la música desde temprana edad. Su vínculo con el acordeón fue más que artístico: fue el canal por el que expresó la identidad de su pueblo y la alegría de su gente. Con ese talento innato, dirigió conjuntos musicales, grabó discos y llevó el chamamé y la música litoraleña a escenarios de todo el país.

Su estilo propio, marcado por la fuerza rítmica y el carisma interpretativo, lo convirtió en figura emblemática de la región. “El Rey Santiagueño” no fue solo un apodo: fue el reconocimiento popular que se ganó en cada festival, en cada peña, donde su presencia era sinónimo de fiesta y emoción.

Pastor Luna deja una huella profunda en la cultura local. Su legado musical seguirá sonando en las radios, en los patios, y en el corazón de quienes lo escucharon y lo bailaron. Añatuya despide a un hijo ilustre, y la música santiagueña lo honra como lo que fue: un rey de la alegría popular.